Tengo medio siglo de vida, una esposa y ganas de una relación alternativa, más o menos estable, pero de carácter lúdico y sin las servidumbres del matrimonio; por ejemplo, para llevar a cabo alguna escapada ocasional. Soy medianamente culto, buen conversador, audaz pero controlado, puedo ser tiernamente morb*so... hasta donde me dejen.