Soy hombre casado de 48 años, educado, empático y buen conversador. Si sientes que la rutina es una losa y te falta alguien a quien contar lo que piensas o sientes, o simplemente hablar del día a día, entonces ya somos dos. Podríamos conocernos e ir labrando una amistad y complicidad especial. Algo solo nuestro, que nos sirva de apoyo (estoy convencido de que tu matrimonio y el mío funcionarán mejor) y que lo disfrutemos con alegría, recuperando ilusiones perdidas.
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