Me llamo Nuria y tengo el pelo del color del fuego...literalmente. Soy pelirroja hasta la médula y, lo confieso, me encanta. También me gusta pintarme los labios de rojo, usar un buen perfume y, en general, verme bien. Lo que no es lo mío, para nada, son las nuevas tecnologías. Los móviles con pantalla táctil me parecen un jeroglífico y las redes sociales un territorio hostil. Quizá por eso, o quizá por simple mala suerte, el amor online no se me da. Mis experiencias en apps de citas han sido dignas de una comedia de enredos, pero de las malas. Digamos que he conocido a más perfiles falsos que hombres reales, y los pocos reales que he encontrado... mejor ni hablar. Así que, sí, soy un completo desastre en el amor digital. Pero sigo creyendo en el amor a la antigua usanza, ¿será que existe?
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